17/12/12

ALGUNAS veces se vive,
pero, las más,
a despecho del infortunio,
emerge un niño viejo, el más anciano del mundo,
en un rango de invierno permanente
que no es otro sino el paso de Rubicón.

Punto inocente y cardinal.

Convertido en huésped del arrecife
cuando es diciembre y las horas se encomiendan a la nochefalda.

Nochevientre.
Y olvido tu nombre, reliquia, orificio... Masa atómica de la huella

Y decides habitar en el argumento,
por humor,
por piedad.

Si es cierto que hay una verdad escondida 
en lo más íntimo de cada vagón de tren abandonado
...Eres como todo los demás, de puro no serlo:
-San Sebastián de Reni, Universidad de Komaba, tortura con rosas y espinas...-.

Atarantado te veo.

Confesión, mas...
¿No sé tras qué máscara?

-Que solo está Kimitake el pálido vientre de culebra!-

Subsumido en el más obceno del dolor
de una pía arquitectura inmortalmente colérica
travestida de autocomplaciencia.

Bajo la oblicua luz de la supremacía
deja
para el musgo reflexivo
...Que los decapitados entierren a los decapitados.

Yo te exculpo, boca sucia,
por estar llena de hermosas palabras.



Las últimas horas de Yukio Mishima desde Ángeles López



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